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Desde la imagen reflejada y luego pintada al interior de una cámara oscura de Da Vinci hasta una imagen grabada en forma permanente sobre un material fotosensible (peltre, vidrio, papel, celuloide, sensores electrónicos, etc.) transcurrieron siglos de nuestra historia.
El término fotografía, cuyo significado es «escribir con luz», habría sido utilizado por primera vez por Sir John Herschel en 1839, nombre que se impuso por sobre el alternativo de «daguerrotipia», término derivado del nombre de uno de sus precursores.
A quien definitivamente se le adjudica la invención y toma de la primera fotografía «convencional» es al francés Joseph Nicephore Niépce; una placa de peltre con sales de plata, cubierta con betún de Judea, permitía que la imagen impresionada por la luz permaneciera endurecida, las partes sin impresionar eran solubles y se podían retirar lavando con aceite de lavanda y trementina (fotograbado).