Creemos que esta obra puede ser especialmente útil para médicos especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria. Aunque, por el interés suscitado, se nos ha pedido una mayor profundidad en un menor número de temas, por su carácter de manual de orientación práctica (vocación inicial del proyecto que no queremos perder), cualquier médico que preste asistencia a ancianos podría encontrar beneficio en su uso, y quizas ayudar, en alguna medida, a la tan ansiada coordinación entre atención primaria y especializada.

La Psicogeriatría se ha convertido en una subespecialidad de la Psiquiatría por derecho propio. Reconocida como tal en Gran Bretaña por primera vez y, posteriormente, en la mayoría de los países de nuestro entorno, la práctica de la Psicogeriatría ha cobrado una gran importancia debido a las características demográficas de nuestra sociedad. Los médicos que se aproximan al paciente anciano se encuentran con una prevalencia de patología psiquiátrica asociada del 50% en medios ambulatorios y sensiblemente mayor en hospitalizaciones o recursos sociosanitarios. La práctica clínica entraña ciertas dificultades que tienen que ver con las características propias del anciano sumadas a las de una necesidad de una formación específica en ciencias del compartamiento. Pero, si empezamos por el principio, en el momento en que el paciente entra a la consulta, nos daremos cuenta de lo complicado que puede ser llegar "simplemente" a un diagnóstico y la necesidad de coordinación entre el médico de familia, el psiquiatra y el geriatra, en la evaluación y diseño de planes individualizados.

En esta especialidad, los signos y síntomas no suelen ser definitorios de una patología concreta, sino que se entremezclan (pueden existir síntomas de ansiedad en un síndrome depresivo, un trastorno de ansiedad o un hipertiroidismo, por ejemplo) y el plano subjetivo cobra especial relevancia, con diferente nivel de repercusión en la limitación física, psicológica o social entre los individuos con idénticas enfermedades. Todo esto sin tener en cuenta la pluripatología y polifarmacia típicas de la edad geriátrica que complican no sólo el diagnóstico, sino también el pronóstico y tratamiento.

Se precisan manuales claros y concisos que ayuden en la práctica diaria. Se intenta dar claves diagnósticas y terapéuticas, siendo breves, favareciendo así una visión general de los procesos psiquiátricos que pueden aquejar al paciente geriátrico en las consultas de atención primaria.