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Esta colección de 12 volúmenes, es el mayor proyecto editorial y formativo en emergencias, realizada por los profesionales de referencia en las Urgencias y Emergencias Prehospitalarias y dirigido por los expertos que han desarrollado el proyecto formativo con el Ministerio de Educación y Ciencia.
Este es un tratado fácil, ameno y sobre todo práctico a la hora de aprender, que no es lo mismo que estudiar. Porque lo que en sus 28 capítulos se pretende es la explicación no sólo de la situación en la que podemos encontrar al paciente, sino también una mera aproximación a por qué le puede pasar y, por su puesto, que medida más inmediata está a nuestro alcance, para evitar que el paciente empeore mientras llega un recurso más avanzado.
El enfoque de este libro es un tanto revolucionario, ya que aunque ya se había mencionado someramente en algún que otro manual anterior, se aborda al paciente con un enfoque transversal de emergencia sindrómica. ¿Qué quiere decir esto?, pues sencillamente que nosotros (cualquier profesional), cuando llegamos a asistir a un paciente, no nos encontramos con un traumatismo craneoencefálico, ni un edema de pulmón, sino que nos encontramos con un conjunto de signos y síntomas que hacen que el paciente se encuentre más o menos grave.
Otro de los aspectos, por así decirlo revolucionario en este manual, es el hecho de comenzar a sistematizar la asistencia del paciente por el técnico, tan heterogénea, en los manuales escritos por y para ellos en todos estos años. Se pretende, mediante el sistema VIA, planificar los pasos a seguir en todo paciente, para que nunca nos saltemos el pararnos a pensar por que le pasa lo que le pasa y evitemos, de este modo, la tendencia que a veces nos empuja a aplicar medidas sin antes racionalizar para que las aplicamos. Este sistema, nuevo hasta hoy, es el consistente en tres pasos: valoracion-interpretación-aplicación.
Con estas tres fases en la asistencia, damos preferencia a la secuencia mental sobre la impulsividad de la improvisación. Porque como bien sabemos, para las situaciones emergentes, lo más eficaz es el aprendizaje mediante la sistematización en los protocolos de actuación. Y nunca debemos dejar paso a la improvisacion. En caso de desconocer que hacer, a veces es preferible no hacer nada.