El libro que tiene en sus manos está pensado para darle la formación necesaria y suficiente para poder llevar a cabo de forma adecuada estas áreas de competencia.

El libro, cuando usted lo abre, en primer lugar le muestra como hacer una evaluación de un paciente, ya que usted tiene que saber si el enfermo que tiene ante usted muestra algún síntoma o signo de gravedad. Para ello el capítulo le dirige, por los aparatos circulatorio, respiratorio y sistema nervioso, a través del estudio de, en primer lugar, la fisiopatología y, posteriormente, a través de los síntomas y signos guía. Posteriormente, se hace un análisis de

las funciones vitales y su correlación con parámetros medibles. Por último, en este capítulo se estudia la evaluación secundaria, que nos ayuda a buscar los síntomas y signos que no comprometen la vida de forma inmediata.

El segundo capítulo se ha dedicado por completo al soporte vital básico y su instrumentalización, basándonos en las recomendaciones ILCOR 2005. Por otra parte, la utilización del DESA se ha desarrollado en el tercer capítulo.

El cuarto capítulo está dedicado a las catástrofes, y más concretamente a las definiciones de catástrofe, urgencia, accidente, cataclismo y desastre. Se han revisado las diferentes clasificaciones existentes al respecto. Por último se tratan los aspectos psico1ógicos de la catástrofe, de gran importancia, y muchas veces olvidados.

El capítulo quinto lo hemos dirigido al triage o clasificación de las víctimas, no sólo para saber a quién se debe atender en primer lugar, sino también para saber quién ha de ser trasladado antes y a que centros hospitalarios.

Por último, la intervención sanitaria en catástrofes e incidentes con múltiples lesionados, con su terminología específica y con los elementos que en ella se pueden identificar, componen el sexto capítulo del manual.

Espero que el lector valore de forma positiva el libro que tiene entre sus manos, tan positiva como ha sido la ilusión que han puesto los autores al hacerlo.