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Tapa Dura
Aunque la toxina botulínica se ha usado de manera segura y efectiva para el tratamiento de una variedad de trastornos médicos funcionales desde la década de los ochenta, recientemente ha habido un creciente interés con respecto a sus aplicaciones cosméticas. Este interés proviene en gran medida por la reciente aprobación, por parte de la FDA, en Estados Unidos, del BOTOX (Allergan Inc., Irvine, California, EUA) para el tratamiento de las arrugas glabelares o "líneas del entrecejo".
Sin embargo, los médicos han realizado y están realizando activamente una amplia variedad de tratamientos cosméticos adicionales con toxina botulínica, aunque sea de manera "no-rotulada". Estas áreas adicionales incluyen frecuentemente las líneas transversales de la frente, las arrugas orbiculares o "patas de gallo", las líneas periorales o "líneas de fumador" y las líneas melomentales o "líneas de marioneta".
En vista de que la toxina botulínica ejerce su efecto inactivando la contracción muscular, sus indicaciones cosméticas se han dirigido directamente a la reducción de las líneas de expresión facial activas. Estas son el tipo de líneas o arrugas que se desarrollan lentamente a largo de los años, durante los cuales una persona realiza miles de expresiones faciales repetitivas. Como tal, se considera que inyecciones de toxina botulínica sirven como forma de prevención de líneas que se desarrollan debido a contracción muscular repetitiva.
Además de la cantidad de aplicaciones cosméticas que tiene la toxina botulínica, está comenzando a surgir igualmente una nueva c1ase de tratamientos funcionales. Estos tratamientos incluyen producción de una tarsorrafia "química" que conduce a la curación de la córnea, reducción de la retracción de párpados asociada con enfermedad tiroidea y, muy impartante, reducción de la frecuencia y severidad de las cefaleas por tensión muscular y migrañas. Estas nuevas aplicaciones expanden de manera significativa el objetivo de los tratamientos con toxina botulínica para trastornos médicos, han incluido tradicionalmente el tratamiento del estrabismo, así como numerosos trastornos de espasticidad.
El presente libro también describe la manera de practicar un amplio rango de tratamientos con una amplia variedad de agentes rellenadores dérmicos, en los que se incluyen los nuevos derivados de ácido hialurónico, que deben obtener la aprobacion de la FDA en un futuro cercano. Esta nueva generación de agentes rellenadores es muy interesante, debido a que produce excelentes resultados y con un reducido potencial de inducir reacciones alérgicas. Debe observarse que a diferencia de las inyecciones de toxina botulínica, las cuales se usan para tratar las líneas de expresión facial activa, los agentes rellenadores dérmicos se usan por lo común para tratar las líneas que se presentan en reposo o para llenar áreas como la línea de los labios o cicatrices deprimidas.
El intento y propósito de los autores de este libro es familiarizar a los lectores con los tratamientos con toxina botulínica y agentes rellenadores dérmicos y proporcionar pautas que sean útiles y recomendaciones que ayuden en cuanto a su implementación clínica.
Sin embargo, esto no debe servir como sustituto de la instrucción y entrenamiento personal, que son absolutamente necesarios antes de que los médicos puedan comenzar a ofrecer tratamientos a sus pacientes. La intención del autor es que este libro se use como suplemento para el lector que se este entrenando y que sirva como una referencia clínica fácilmente accesible que pueda usarse para una revisión concisa del tema.